domingo, 27 de enero de 2008

Postura del 69

La postura del '69' normalmente es adecuada para el momento en que las dos personas se sienten cómodas con cada cual y son capaces de dejarse llevar. Como su nombre gráficamente indica, en esta postura cada cual coloca su cabeza enfrente de los genitales de la otra persona. El gran atractivo de esta práctica radica en el hecho de que la estimulación genital es simultánea para ambas personas.



Más comúnmente, se realiza cuando las dos personas están tumbadas. Hay quienes optan por la variante vertical. En ésta, una persona está de pie y carga o sostiene a la otra; mientras, ambas realizan la estimulación genital. En este caso, la persona que se encuentra de pie suele realizar un mayor esfuerzo físico. La persona que es sostenida se encuentra en posición invertida, de cabeza. En parejas heterosexuales suele ser el hombre quien carga a la mujer, pero entre homosexuales —o parejas heterosexuales físicamente más equilibradas— incluso este aspecto puede contribuir a las variaciones en la práctica del '69'. También hay quienes se posan frente a un espejo para conseguir una mayor estimulación al verse.

Cabe recordar que las prácticas de sexo oral pueden representar un riesgo. Para evitar infecciones de transmisión sexual y posibles contagios del virus VIH es necesario utilizar la protección adecuada.

Es el placer MÁXIMO o eso se dice.

sábado, 12 de enero de 2008

Sin límites

Grant Morrison decía: «Si vas a hacer algo relacionado con el sexo, debería ser cuanto menos genuinamente perverso»... Añadimos con respeto, claro.

Sentidos aliados

Les encanta mirar (se excitan con lo que ven tanto si participan como si no), pero también juegan con los demás sentidos.

Lo que más les gusta

Sadomasoquismo light, tatuajes y piercings provocadores, fetiches... y algo muy actual: los foros, los intercambios, las webs de contactos (se mantienen 'tríos virtuales' cuando se hace con la pareja)...

Puntos fuertes... y débiles

Lo nuevo siempre atrae, pero si en las demás parejas el diálogo y consenso es fundamental, aquí es imprescindible: hay que saber hasta dónde se quiere llegar y tenerlo muy claro. Lo que se practica, para ser fuente de placer, ha de ser siempre seguro y consensuado.

Hacia qué evolucionar

Las emociones sexuales fuertes implican resistencia física y psíquica: hay que estar en muy buena forma y adecuar lo que se desea hacer a dicha disposición para evitar males mayores. Por eso, se debe revisar con frecuencia la actitud ante el sexo y el placer.

Lugares donde probar...

Volved a excitaros con prácticas tradicionales; redescubrid los rincones de casa, las posturas de los inicios, la música chill out...

Una "nueva" postura para ti: El misionero.

¿Una postura por descubrir? Sí, para este tipo de parejas, que han experimentado con todo. Una postura clásica que, realizada con mimo y potenciada con juguetes (patitos estimuladores, vibradores...), es muy placentera. Se trata de reinventar lo conocido, de darle un giro nuevo o sofisticado para sacarle el máximo partido posible cuando se está cansado de extravagancias.

Sensitivos

Despacito, mimándose, priorizando la técnica sobre la rapidez, conocedores de que el orgasmo no es lo único ni lo mejor.

Sentidos aliados

El tacto, por encima de los demás, pero no hay que limitarse a acariciar las zonas erógenas: el cuerpo entero, en sí mismo, es susceptible de procurar placer, ¿no?

Lo que más les gusta

Se cuidan al máximo los pequeños detalles (velas, juegos de luces, vestimenta, música...) y al otro.

Puntos fuertes... y débiles

La afectividad es su gran base; la sexualidad surge del amor que se siente. Pero el problema está ahí mismo: el amor 'no es suficiente'. Es necesario estimular la atracción sexual; dar al sexo la importancia que tiene. Es preciso que además de 'vehicular o expresar' el amor, la sexualidad y el placer gusten por sí mismos y apetezca practicarlos.

Hacia qué evolucionar

Uno de los peligros es la automatización, la rutina sexual, en parte por el descenso de la libido que conlleva la propia vida en común y en parte por el limitado papel que el sexo ocupa en la pareja. Hay que ampliar el concepto del sexo, buscar posturas y estímulos nuevos.

Lugares donde probar...

¡Arriesgad! (parte trasera del coche, la casa de vuestros amigos mientras ellos preparan la cena...).

Una "nueva" postura para ti: El abrazo total.

De pie ambos, la mujer 'trepa' por su compañero hasta llegar a situar sus cabezas en paralelo y abrazarlo con piernas y manos, en una fusión total. El hombre sostiene a la mujer por los glúteos y la atrae hacia sí para penetrarla. Se trata de una postura que, en un ambiente de sorpresa, inesperado, puede ayudar mucho a esta pareja a saborear el sexo por el sexo, sin menoscabar el contacto directo ni la entrega al 100%.

Innovadores

¡Creatividad! La investigación prima. Se prueban cosas nuevas light (tantra, influencias orientales, juegos eróticos...).

Sentidos aliados

Desde el olor del otro hasta los gemidos pasando por el sabor de la nata en la piel... Todos los sentidos son campo de placer. Y es que la imaginación siempre está detrás.

Lo que más les gusta

Les apasionan los juegos (según la Federación Española de Sociedades de Sexología, el 96% de los españoles los practican), fantasías que desvelan los propios misterios sexuales, que ayudan a conocer a la pareja y que descubren fuentes novedosas de satisfacción.

Puntos fuertes... y débiles

Su gran ventaja es que desean sorprenderse, innovar y son activos (conocen bien la anatomía propia y la del otro y procuran dar y sentir placer). Se ríen, se divierten. ¿El hándicap? Que el afán por lo innovador les impida reconocer lo que realmente les gusta y degustarlo.

Hacia qué evolucionar

Si no introducen elementos emocionales, mantener el grado de sorpresa puede terminar aburriendo e incluso estresando.

Lugares donde probar...

Equilibrad lo clásico y lo moderno (el pasillo, el salón, el sexo rápido en el domitorio...). Probad el tántrico (dulce y original a la vez).

Una "nueva" postura para ti: Cara a cara.

Se trata de una postura clásica pero invertida, por eso es ideal para estas parejas: se aproxima a lo 'de siempre' pero se varía. La mujer se tumba sobre el hombre, cara a cara. De este modo, puede estimular su clítoris con el vientre de su compañero y él alcanza cualquier zona con las manos; se fomenta una estimulación directa y cercana. Además, no se dificulta la comunicación, sino que se potencia.

Tímidos

Sábado por la noche y sexo en horizontal, siempre. Puede ser que lo que más les excite sea esperar al fin de semana y acostarse siempre igual y en el dormitorio....

Sentidos aliados

En las parejas más convencionales, el tacto y la vista son los sentidos más excitables. El tacto porque estimula los centros nerviosos y predispone físicamente al contacto y la vista porque induce a fantasear con lo que se explicita, se deja entrever u oculta a los ojos.

Lo que más les gusta

Se decantan por ambientes tranquilos y relajados, es decir por entornos conocidos, propios, que no 'resultan agresivos', ya que necesitan –y les gusta– sentirse protegidos. Metódicos, trabajan para que su pareja alcance aquello que creen que les satisface. No les gusta experimentar ni innovar y sus actividades sexuales no son ni muy frecuentes ni prolongadas.

Puntos fuertes... y débiles

En este tipo de parejas la falta de diálogo, iniciativa o sinceridad suele estar detrás de las 'normas', o prejuicios, con los que se vive la vida sexual. «El sexo debe integrarse en la vida cotidiana. No es una 'tarea para el fin de semana'. Ni ha de ser una obligación. El sexo es placer, calidad de vida, y esa calidad depende de ambos», afirma Arancibia. ¿Cómo se puede mejorar? La psicóloga propone «pensar en el sexo, imaginar situaciones excitantes, recordar momentos eróticos, 'erotizar la mente'...», porque «el sexo no es un resultado, sino una vivencia y como tal hay que estimularla: una mirada, una caricia, un gesto...». Y ahí está el punto a favor: hay todo un campo para experimentar.

Hacia qué evolucionar

Si no se refuerza el diálogo y esa sexualidad convencional es fruto de esta carencia, puede ocurrir que alguno busque fuera lo que le falta en la relación y, además, repitiendo los mismos roles, cayendo en las mismas trampas. «Expresar lo que nos apetece o gusta, y no dar nunca por hecho que nuestra pareja sabe satisfacernos es esencial para ambos», apunta también. Probar nuevas experiencias, diferentes posturas, es positivo siempre que se esté de acuerdo.

Lugares donde probar...

Atreveos con cualquier sitio. La ventaja de esta pareja es que sabe que ¡tiene que darle vida a su vida sexual!, así que el baño, el salón, en pleno campo...

Una "nueva" postura para ti: La sorpresa.

El hombre toma a la mujer por detrás y la penetra cogiéndola de los hombros o la cintura. Para la mujer, el placer se concentra en el ángulo de abertura de la vagina que, al estar limitado, provoca una sensación de estrechez muy placentera. Además de ser una postura relajante (ambos cuerpos 'caen' por la gravedad), fomenta la innovación, la conexión y la confianza mutua. Una alternativa a la clásica postura del misionero.

Pasionales

"Aquí te pilo, aquí te mato..." Pasión, riesgo y genitalidad son los ingredientes que combinan estas parejas, cuyo perfil erótico es altísimo, y que responden de manera inmediata a su excitación.

Sentidos aliados

Aunque según los estudios el sentido erótico de la vista es dominio de los hombres (y el oído en la mujer), aquí también lo es de las mujeres. Una mínima visión los erotiza y luego, además, los sonidos, de los insinuantes eróticos a los claramente eróticos (jadeos, gemidos), también.

Lo que más les gusta

Adoran lo prohibido, el desafío; quieren sentir cerca el peligro de verse descubiertos y el atractivo de las descargas de adrenalina. Prefieren la luz a la oscuridad, se decantan por los lugares públicos y les gusta sentirse deseados y sexualmente atractivos (la seducción es una de sus grandes armas).

Puntos fuertes... y débiles

La tensión erótica entre personas tan pasionales es inmediata. El conocimiento de sus cuerpos y su desinhibición hacen que el grado de satisfacción sea alto; saben lo que quieren y se lo proporcionan mutuamente. Cada uno se preocupa por su propia estimulación al tiempo que satisface al otro. Sin embargo, relegan la parte psicológica o emocional y pueden terminar olvidando que en la química y en el amor es fundamental 'mimar' los sentimientos.

Hacia qué evolucionar

El gran 'peligro' en un estilo de pareja pasional es que ese fuego que los une les impida crecer. La pareja evoluciona y cambia y el sexo, como parte de ella y de la comunicación interpersonal, también. La genitalidad en la que se basa la relación puede dificultar la expresión de que se ha cambiado y se desea un clímax basado más en lo emocional, en sentirse querido, que en posturas arriesgadas.
Por eso, conviene revisar el concepto de placer común: «Los principios básicos para una pareja los tiene que determinar cada pareja en cada momento. Es una cuestión de contratos. Muchas veces las llamadas crisis son puntos de negociación para poner sobre la mesa las desavenencias», explica la sexóloga Aldara Martos.

Lugares donde probar...

Hay que reforzar esa parte emocional, desvincular la excitación del riesgo; probar un hotel con encanto, un spa tranquilo, incluso en casa en vuestra habitación...

Una "nueva" postura para ti: El molde.


Se establece totalmente de lado. Ambos se tienden así, y el hombre penetra a la mujer mediante movimientos suaves y coordinados para hacer una penetración lenta y profunda. De este modo, se da tiempo al tiempo; la relación que se mantiene es sosegada, abierta a estímulos relajados y cálidos.

domingo, 6 de enero de 2008

Alimentos afrodisiacos y sus efectos

Aleta de tiburón: Plato típico de la comida china, es, con seguridad, uno de los secretos de la fecundidad de los chinos.


Jalea real: Es un estimulante general y por supuesto genital, el cual tarda algo en hacer efecto, pero los resultados son seguros y... prolongados.


Azúcar moreno: La costumbre de tomar siempre un postre dulce quizá fue puesta de moda por los buenos amantes, y lo cierto es que una ligera hiperglucemia es siempre beneficiosa para el amor. La falta de azúcar provoca una mayor producción de adrenalina y esta hormona bloquea cualquier respuesta favorable al sexo.

Apio: Al igual que cualquier alimento que actúe sobre los órganos urinarios, el apio tiene un moderado efecto afrodisíaco, aún más si se toma su caldo. Unido a la remolacha el efecto es aún mayor, pero no lo mezcles nunca con la lechuga, ya que si lo haces anularás los buenos efectos.

Avellana: Se consume en algunos pueblos en el banquete de boda e incluso se coloca en cestillos junto a la cama de los recién casados. Por algo será.

Canela: Sobre las propiedades de este condimento ya se ha hablado mucho, incluidas nuestras abuelas. Parece ser que añadida a los licores suaves el efecto es seguro e inmediato.

Cebolla: Y también el ajo, aunque lo mejor es que los coman los dos amantes al mismo tiempo, ya que así el fuerte olor de nuestro aliento no molestará a la pareja elegida. Ambos condimentos son utilizados ampliamente por los árabes en sus comidas y nadie les puede negar que saben tratar a las mujeres.

Clavo: He aquí otra especia de fuerte sabor y olor, pero que, utilizada sabiamente, incluso en la bebida, nos dará buenos resultados.

Frambuesa: Esta fruta es más adecuada para la mujer ya que contribuye a relajar los órganos sexuales y facilita el acto amoroso en el varón.

Ginseng: Un té tibio, quince minutos antes de empezar la sesión, es un brebaje totalmente seguro, ya que tantos millones de chinos y coreanos que lo toman no pueden estar equivocados.


Higo: He aquí otro fruto dulce, tan dulce como las pasiones que despierta. Los antiguos egipcios y los dioses griegos aparecían siempre con collares de higos, e incluso llegaron a considerar sagrada la higuera. En nuestro tiempo, aún es costumbre poner higos en la puerta de las chicas solteras en la confianza de que así saldrán rápidamente a la calle a buscar marido.

Malva: Esta hierba puede ser útil para aquellos encuentros fortuitos que nos hacen estar en tensión, ya que tomándola en infusión nos relajamos lo suficiente, al mismo tiempo que nuestra pasión aumenta.

Manzana: Utilizada ya con bastante éxito por Eva, es quizá el primer afrodisíaco conocido. Ya a ella le dio resultado, seguro que a usted también.

Menta: Los cubatas con pipermín son bien conocidos por todos y si alguien los ofrece reiteradamente la insinuación es clara. En su mano está beberlo o no.

Muérdago: Lo mismo se utiliza para ahuyentar a los demonios que como filtro de amor. Las antiguas brujas lo incluían en sus brebajes y no habrían acudido a ellas tantos reyes y amantes en lágrimas si no hubieran hecho efecto.

Nuez: Otro fruto presente en todas las noches de boda antiguas e incluido también en los postres chinos. Tal coincidencia es significativa y mejor será dejar en la mesilla de noche un puñado de nueces.

Pimienta: Remedio rápido e infalible. Se puede añadir al zumo de tomate o a la bebida que quieras, siempre y cuando tu estómago no sea delicado.

Perejil: No se te olvide añadirlo a tus ensaladas amorosas para darles un nuevo toque.

Pistacho: Quizá ahí está el secreto de porqué es tan caro y tan apreciado por las gentes. Mézclalo en un plato junto a las avellanas y los higos y prepárate para lo que venga.

Romero: Unido a la menta es un buen tónico preparatorio para después de cenar.

Trufa: Otro alimento caro pero bastante eficaz.

Salvia: Esta planta no podía faltar en ningún jardín de la antigua Grecia y de ella se decía que daba vida eterna, pero creo que su verdadera utilidad no era precisamente la longevidad.

Alcachofa: No tiene un gran efecto, pero para mantenerse en forma...

Plátano: Nos repondrá fuerzas para intentarlo de nuevo, así que tenlo a mano.

Dátil: Otro fruto sagrado para los moros. La seguridad de su efecto es total, no lo pongas en duda.

Polen: Uno de los afrodisíacos mejores, pero tarda en hacer efecto al menos cinco días, así que planea con tiempo tus lances de amor.

Aguacate: En Méjico dicen que es un buen estimulante; mejor no vamos a dudar de su palabra.

Avena: Los copos de avena son muy útiles en la mujer sin entusiasmo, pero apenas tienen efectos en el varón.

Chocolate: Dicen que los españoles somos tan fogosos a causa del chocolate, así que ya saben: de merienda un tazón de chocolate con leche.

Pipas de calabaza: Ya está claro por qué se consumen tanto en los guateques de jóvenes. Actúa más que nada en los varones sin fuerzas.

Cereza: Si puedes, tritura el hueso y cómetelo. Contiene la preciada vitamina B15 de la cual dicen que hace a la gente eternamente joven.

Gamba: Y por supuesto cualquier marisco, de los que la tradición popular habla maravillas, más que nada en el sentido de volver a empezar.

Miel: Aquello de irse de luna de miel no era una tontería, ya que era costumbre regalar a los amantes jarras llenas de miel para que sus primeros escarceos amorosos estuvieran coronados por el éxito.

Regaliz: Dicen que la mujer que come regaliz es apasionada por fuerza, así que decídete a observar a tu alrededor.

Diente de león: Aunque no contiene ninguna sustancia especial, es un potente restaurador de energías perdidas.

Fresa: Estimula de una manera directa las glándulas endocrinas y el sistema nervioso. Si tu problema es el estrés, ya sabes.

Lechuga: Ni se te ocurra comerla para hacer el amor. Solamente conseguirás dormirte en sus brazos, aunque esto tampoco es malo y así al despertar estarás repleto de pasión.

Poleo: Es bueno para las mujeres, ya que estimula la producción de hormonas femeninas. Los hombres mejor nos pasamos al café.

Soja: Suele restaurar disfunciones sexuales, así que el primer plato bien puede ser una fabada de soja verde.

Vitaminas C y E: Si tu alimentación es deficitaria en alguna de ellas, mucho más si es en las dos, olvídate de tu pareja para algo que no sea pasear. La vitamina E tiene una influencia directa porque actúa sobre los órganos reproductores y la C actúa sobre las glándulas endocrinas en general.