sábado, 7 de junio de 2008

Historia del Kamasutra VI: Consecución de los tres fines de la vida

Los humanos, que pueden alcanzar los cien años de edad, deben dedicarse a los tres fines de la vida según el Kamasutra, estos fines son: La ley sagrada, lo útil y el amor.

La ley sagrada se puede aprender en los textos de la revelación y estando en contacto con personas expertas.

Lo útil es procurarse cultura, tierras, oro, ganado, enseres, amigos y cosas parecidas, aumentando todo lo que se ha obtenido.

El amor es actuar de forma que resulte agradable al oído, tacto, vista, gusto y olfato, cada uno en su ámbito y todo controlado por la mente unida al alma. En concreto el amor es la sensaciñon adecuada de esta última, rebosante de la alegría que brota de la conciencia y rica en resultados. Todo ésto es lo que se puede aprender en el Kamasutra y frecuentando gente de mundo.

Estrofas de Vâtsyâyana respecto a los tres fines:

Un hombre que se dedique, como hemos dicho,
a lo Útil, al Amor y a la ley Sagrada
consigue la felicidad sin espinas, infinita,
tanto aquí abajo como en el otro mundo.

Los sabios se ocupan de las acciones
en las que no hay dudas sobre las consecuencias,
y en las que se encuentra una satisfacción
sin ocasionar perjuicio alguno a lo Útil.

Se tome la iniciativa que resulte
eficaz para realizar los tres fines de la vida,
o al menos dos, o incluso uno; pero no conseguir uno,
perjudicando a los dos que quedan.