sábado, 12 de enero de 2008

Pasionales

"Aquí te pilo, aquí te mato..." Pasión, riesgo y genitalidad son los ingredientes que combinan estas parejas, cuyo perfil erótico es altísimo, y que responden de manera inmediata a su excitación.

Sentidos aliados

Aunque según los estudios el sentido erótico de la vista es dominio de los hombres (y el oído en la mujer), aquí también lo es de las mujeres. Una mínima visión los erotiza y luego, además, los sonidos, de los insinuantes eróticos a los claramente eróticos (jadeos, gemidos), también.

Lo que más les gusta

Adoran lo prohibido, el desafío; quieren sentir cerca el peligro de verse descubiertos y el atractivo de las descargas de adrenalina. Prefieren la luz a la oscuridad, se decantan por los lugares públicos y les gusta sentirse deseados y sexualmente atractivos (la seducción es una de sus grandes armas).

Puntos fuertes... y débiles

La tensión erótica entre personas tan pasionales es inmediata. El conocimiento de sus cuerpos y su desinhibición hacen que el grado de satisfacción sea alto; saben lo que quieren y se lo proporcionan mutuamente. Cada uno se preocupa por su propia estimulación al tiempo que satisface al otro. Sin embargo, relegan la parte psicológica o emocional y pueden terminar olvidando que en la química y en el amor es fundamental 'mimar' los sentimientos.

Hacia qué evolucionar

El gran 'peligro' en un estilo de pareja pasional es que ese fuego que los une les impida crecer. La pareja evoluciona y cambia y el sexo, como parte de ella y de la comunicación interpersonal, también. La genitalidad en la que se basa la relación puede dificultar la expresión de que se ha cambiado y se desea un clímax basado más en lo emocional, en sentirse querido, que en posturas arriesgadas.
Por eso, conviene revisar el concepto de placer común: «Los principios básicos para una pareja los tiene que determinar cada pareja en cada momento. Es una cuestión de contratos. Muchas veces las llamadas crisis son puntos de negociación para poner sobre la mesa las desavenencias», explica la sexóloga Aldara Martos.

Lugares donde probar...

Hay que reforzar esa parte emocional, desvincular la excitación del riesgo; probar un hotel con encanto, un spa tranquilo, incluso en casa en vuestra habitación...

Una "nueva" postura para ti: El molde.


Se establece totalmente de lado. Ambos se tienden así, y el hombre penetra a la mujer mediante movimientos suaves y coordinados para hacer una penetración lenta y profunda. De este modo, se da tiempo al tiempo; la relación que se mantiene es sosegada, abierta a estímulos relajados y cálidos.

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